Historias de vida de Latinos en el Noroeste de Ohio

Historias de vida de Latinos en el Noroeste de Ohio: un proyecto de historia oral

Katherine Wade Rich (Spanish 470)

En los Estados Unidos la inmigración es un asunto que preocupa a muchos políticos y ciudadanos ahora. En una época cuando hay problemas económicos y una amenaza de terrorismo, la frontera está en la mente de mucha gente. En particular, hay debates sobre los inmigrantes de América Latina y sus roles en la sociedad de los Estados Unidos. De hecho, los Estados Unidos es un país de inmigrantes, incluso muchos inmigrantes de América Latina, y muchos ciudadanos en los Estados Unidos tienen sus propias opiniones e ideas sobre la frontera y las personas que han venido a los Estados Unidos. Sin embargo, en medio de estos debates, ¿cuál es la experiencia de los inmigrantes mismos? ¿Cómo es la vida diaria de los inmigrantes que viven, particularmente, en las ciudades muy lejos de la frontera y el debate, como el Noroeste de Ohio?

Quiero tratar de responder a estas preguntas y echar luz en las vidas normales de  los inmigrantes de América Latina y sus familias que viven en el Noroeste de Ohio. Creo que en el Noroeste de Ohio en particular, mucha gente no entiende que hay una comunidad de inmigrantes de América Latina, y que los debates sobre la frontera no son solamente para las personas que viven cerca de esta frontera. Quiero dar una voz a esa gente, y contar la experiencia de algunos latinoamericanos en los Estados Unidos con la esperanza que más gente en el Noroeste de Ohio esté agradecida con la población de inmigrantes de América Latina que vive en los Estados Unidos ahora.

Este semestre empecé a desarrollar un proyecto para documentar la historia de vida de una familia en particular que vive en el Noroeste de Ohio, y decidí  usar una metodología que se llama “historia oral” para hacerlo. Según Eugenia Meyer y Alicia Olivera de Bonfil, “La historia oral es el conjunto de entrevistas con personajes destacados de la historia” (373). La historia oral es un enfoque reciente que trata de documentar las experiencias e historias personales de las personas que han experimentado algunos momentos de la historia. Porque los inmigrantes y los latinos, como parte de una minoría, han tenido un papel destacado en la historia de los Estados Unidos, creo que la historia oral es un método perfecto para documentar las historias personales de los inmigrantes de América Latina y sus familias.

Para eso, me puse en contacto con uno de mis compañeros de clase en Bowling Green State University, Ron, cuyos padres inmigraron a los Estados Unidos hace trienta años, y establecí tres entrevistas de una hora: una con la madre, Rosa[i], el padre, Roberto, y el hijo, Ron. Hice las entrevistas con los padres en su casa, e hice la entrevista con el hijo en el campus de BGSU. Grabé todas las entrevistas en una grabadora digital y luego las transcribí y edité.

Las entrevistas fueron muy divertidas porque Rosa, Roberto, y Ron son muy simpáticos y quisieron relatarme la historia de sus vidas. Los padres me trataron como una amiga, aunque no nos habíamos conocidos en el pasado. Aunque la historia personal de esta gente no está llena de cosas espectaculares ni cosas horribles, creo que sus historias pueden dar una perspectiva de las vidas normales de mucha de la gente de América Latina, y también sirven para cuestionar algunos de los estereotipos que tiene la gente en los Estados Unidos sobre los inmigrantes de América Latina, como el estereotipo de que todos las inmigrantes que viven a los Estados Unidos son pobres y han escapado de una situación muy horrible en su país de origen.

En el pasado he leído Migrant Daughter por Frances Esquibel Tywoniak y Me llamo Rigoberta Menchú y así me nació la conciencia por Elizabeth Burgos, y los dos son testimonios de las vidas de dos  mujeres latinas. En Migrant Daughter, Tywoniak habla de su experiencia como latina en los Estados Unidos, y habla de las luchas que tenía para recibir una educación y formar su identidad enfrentando muchos estereotipos y situaciones difíciles. En las entrevistas con Rosa y Roberto, ellos me contaron sobre las dificultades de inmigrar de la Argentina a los Estados Unidos y aprender una lengua nueva, pero nunca fueron tratados tan mal como Tywoniak. Sí encontraron estereotipos en la comunidad, como el estereotipo de que todos los que hablan español son de México, pero la gente en la comunidad de Rosa y Roberto querían aprender y borrar los estereotipos contra los que Tywoniak tenía que luchar en los años 30 y 40. Además su hijo, Ron, no tenía ningún problema con su educación: va a graduarse el año que viene, y se identifica con orgullo como ciudadano de los Estados Unidos.

Me llamo Rigoberta, como Migrant Daughter, habla de las luchas y problemas que algunos latinos han experimentado. Rigoberta Menchú es una indígena de Guatemala que nació en 1959, y en su testimonio habla de la opresión que experimentó por parte del gobierno de Guatemala, y la lucha de resistencia contra la opresión en que ella participó. El testimonio de Menchú está lleno de cosas horribles y espectaculares, pero en contraste, el testimonio de Rosa, Roberta, y Ron es muy tranquilo y sencillo. No escaparon de su país por culpa de un gobierno opresivo, ni fueron parte de ninguna resistencia. Sin embargo, creo que, como Menchú, Rosa y Roberto han luchado para mejorar las oportunidades de su familia. En Me llamo Rigoberta, Menchú dice que decidió no tener hijos porque tiene que luchar para las generaciones futuras. Rosa y Roberto tienen una familia, pero han sacrificado otras cosas, como una educación en la universidad, para mejorar la vida de sus hijos y de las generaciones futuras también. No es una lucha violenta como la lucha de Menchú, pero es una lucha de mente y alma, y creo que Rosa y Roberto han tenido éxito porque ahora tienen tres hijos que han tenido la oportunidad de ir a la universidad y sienten más seguridad que la generación de sus padres.

De hecho, creo que los testimonios de Rosa, Roberto, y Ron reflejan el éxito del trabajo de los latinos en el pasado para asegurar las oportunidades de las generaciones futuras. Leyendo los testimonios de Rosa y Roberto se puede ver que aunque su vida en Argentina no fue muy mala, ellos querían algo más, y aunque fue difícil a mudarse a los Estados Unidos y aprender una nueva lengua y cultura, han hecho todo eso para el bienestar de su familia. Cada testimonio está dividido en diferentes secciones: la vida en el Noroeste de Ohio, la infancia, la identidad, la inmigración, y la familia. En cada entrevista, el tema de la familia es muy importante, y creo que al final, la familia es el centro de las experiencias e identidades de Rosa, Roberto, y Ron en sus vidas.

Además de la familia, para Rosa, Roberto, y Ron la identidad individual es importante, aunque las distintas generaciones experimentaron la identidad de maneras diferentes. Para Ron, es fácil decir que es americano ahora, porque nació en los Estados Unidos, y nunca ha pensado que tiene otra identidad, aunque reconoce sus raíces argentinas, españoles, e italianas, y puede hablar español muy bien. Rosa y Roberto se identifican como latinoamericanos porque nacieron en Argentina, pero ahora son ciudadanos de los Estados Unidos. Ellos no se identifican como americanos, aunque aman los Estados Unidos, porque pasaron sus infancias en la Argentina. Ahora se sienten cómodos en los Estados Unidos, con la cultura y la lengua, pero tratan de conservar algunos aspectos de la cultura Argentina. Por ejemplo, la primera lengua de sus tres hijos en la casa fue español. Es interesante ver que mientras Rosa y Roberto prefirieron hablar en español, Ron eligió hablar en inglés.

Además de estas diferencias entre las dos generaciones, había diferencias entre el testimonio de Rosa y los testimonios de Roberto y Ron, diferencias de género. Rosa habló más sobre los problemas que ha tenido en su vida, y habló por más tiempo que los hombres. También habló más sobre sus esperanzas para el futuro: quiere escribir un libro. Parece que Roberto y Ron han tenido la oportunidad de hacer las cosas que han querido hacer. Aunque Roberto nunca tenía la oportunidad de ir a la universidad, es entrenador para un equipo de fútbol, algo que le gusta hacer, y Ron ha tenido la oportunidad de ir a la universidad, y ahora su futuro es muy libre. Rosa, en cambio, nunca fue a la universidad, y ha trabajado toda su vida ayudando a su familia y cuidando a sus hijos. Eso no es algo malo, y ella no está amargada, pero mencionó que en el futuro, cuando tenga tiempo para sí misma, querría escribir un libro. Creo que para Rosa, la vida nunca ha sido suya propia, y más que los otros, ella ha hecho muchos sacrificios para su amada familia.

Espero que los sacrificios de Rosa y Roberto inspiren a mucha gente, en particular a los inmigrantes que tienen vidas silenciosas y tranquilas en el Noroeste de Ohio. Estos testimonios no tienen hechos horribles, ni muy espectaculares, pero espero que puedan dar una perspectiva de las vidas diarias de una parte de la población en el Noroeste de Ohio. Finalmente, espero que estos testimonios animen a mucha gente en los Estados Unidos a apreciar la diversidad que los inmigrantes traen a las comunidades del país.

¿Quieres saber más sobre las historias de vida de los latinos en el Noroeste de Ohio?

Puedes hacer click y leer los testimonios de Rosa, Roberto y Ron:

Rosa

Roberto

Ron

Trabajos Citados

Meyer, Eugenia, y Alicia Olivera de Bonfil. “La historia oral: Origen, metodologia, desarollo, y perspectivas.” Historia Mexicana 21.2 (1971): 372-387.


[i] Los nombres han sido cambiados para proteger la privacidad de las personas.

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