La frontera bélica entre el sentido y la palabra

La frontera bélica entre el sentido y la palabra

Mike Schwarten

SPAN  6800 Poesía Latinoamericana (Primavera 2011)

Dr. Francisco Cabanillas

 

Empecemos  el tercer trabajo con un breve repaso de lo que hemos discutido para que podamos empezar a elaborar y realizar un mejor argumento. A través de la obra de Alfonsina Storni, aprendimos que la interpretación pertenece al individuo  que lee el poema.  El poema transmite lo que el lector puede ver y entender.  Así, una lectura es diferente para cada individuo porque cada persona lleva algunas experiencias dentro de si misma que determinan  la perspectiva que utiliza ese individuo para hacer sentido del poema.  Es decir que para crear

sentido en la esfera poética, hay que mirar hacia dentro del ser para que se pueda crear sentido de lo que se lee.  No obstante, no es suficiente que dejemos el argumento aquí, hay que ir mas allá. El rio del ritmo exhibe lo que corre debajo de todos y Matos expone como el puro sentido del ritmo nos junta mientras que la interpretación personal nos separa.  Es por eso que propongo que el próximo paso hacia el entendimiento de la poesía existe en el lenguaje. Para ver esto, vámonos a la frontera bélica para ver la guerra entre el sentido y la palabra.

Cuando lleguemos a esta frontera, encontramos el reino del poeta Cesar Vallejo, donde el sentido y la palabra poética pelean tanto que parece que nada saldrá del gran Ho. No obstante, por encima de este lio sangriento, los poemas angélicos vuelan y proclaman la triste canción de un hombre que ha estado en cuartos oscuros que no tienen puertas ni ventanas así que no se puede entrar ni salir.  Los ángeles nos cantan las emociones  desesperadas que Vallejo ha sufrido en palabras que no nos suenan comprensibles porque son las palabras de los ángeles.  Así, no tienen nada que hacer con el reino de los seres humanos excepto que son las mismas palabras que utilizamos  nosotros.  Es decir que la poesía de Cesar Vallejo se ubica en otro plano humano (quizá sea mejor dicho angélico) por que casi nadie pasa.

¿Pero que es exactamente  este plano y hay una comparaci6n que podamos hacer para que entendamos mejor este tipo de poesía?  Sí, claro que hay, y como antes, vamos a apoyar el argumento  con citas de Octavio Paz que nos ayuden a explicar el significado  de algunos poemas de Vallejo.  Es decir que vamos a entender su poesía mediante un estudio de la lengua Vallejana y la teoría detrás del lenguaje que nos expone Paz.  Vamos a nadar en la parte del rio rítmico en que Vallejo entr6 para que podamos ver las imágenes de Trilce (obra poética que hizo Vallejo) que nos dej6 en las arenas de la ribera.

Para empezar, hay que entender una breve e incompleta historia del lenguaje.

Empecemos con la idea de que el idioma sali6 de la necesidad de comunicar.   Era una manera de recrear el mundo a través de los símbolos, o, como expresa Paz, “La escultura era un doble del modelo; la formula ritual una reproducción  de la realidad, capaz de re-engendrarla” (29).  Eso expone que la creatividad  del ser humano era lo que nos dio la capacidad de contar historias y referir la complejidad  del mundo.  Gracias a esa complejidad, que ha existido desde el primer momento de la existencia  del ser humano, el idioma se transformó en un ser místico a través de lo sagrado, y mas luego, la poesía.  Es decir que los genios de la religión empezaron a explorar la profundidad de los hombres mediante el lenguaje. Crearon la base te6rica de pensar abstractamente para los fil6sofos y los poetas.  Ellos empezaron a definir el hombre y la mujer en palabras, y allí, vemos el primer choque del idioma con el sentido.  Los religiosos intentaban resolver los misterios del mundo, pero no tenían la capacidad  de hacerlo.  Es decir que por un lado vemos “… la realidad que las palabras no pueden expresar; en el otro, la realidad  del hombre que solo puede expresarse  con palabras”  (Paz, 30)  Así, apareci6 la palabra fe.  Tener fe en los dioses era la manera elegida por los grandes pensadores religiosos de encontrar paz sin saber como funcionaba el mundo.  Por eso, notamos que la fe era uno de los primeros intentos de describir lo indiscernible. Era una manera de circunnavegar  la incapacidad de nuestras lenguas y explicar nuestra raz6n de ser.

Si seguimos trabajando  con esta idea, llegaremos a la idea de que el idioma no satisface las necesidades del humano ni explica el ser completamente. Un humano es mas complejo que un idioma.  No obstante, {.que somos sin las palabras para describirnos? Nada, porque no nos podemos explicar.  Somos la suma de lo que usamos para platicar mientras que el idioma personal de cada persona sea la suma del vocabulario  de dicha persona.

Paz esta de acuerdo con este concepto y lo expone en la siguiente frase “EI hombre y sus problemas-tema esencial de toda filosofía-no tendría cabida en [una filosofía dueña de un lenguaje simb6lico  o matemático  sin referencia a las palabras].  Pues el hombre es inseparable  de las palabras.  Sin ellas, es inasible.   El hombre es un ser de palabras” (30).  Somos hijos de ambos la naturaleza y el lenguaje. Nacemos en el rio de la humanidad, así que podemos alcanzar un nivel de pensamiento tan alto que nos confundimos.   Alcanzamos un nivel poético y nos acercamos  a las ideas propuestas de Vallejo.

Para explicar la poesía vallejana, hay que aceptar la siguiente propuesta: el lenguaje que utiliza Vallejo no le queda claro a nadie porque es de otro plano.  Su poesía se acerca al plano de lo sagrado porque para entender las palabras, hay que tener fe en Vallejo.  Hay que seguirlo al fondo del rio universal, hacia un rumbo de que no se puede explicar y donde la luz no ilumina las aguas.  Se tiene que sentir en vez de saber.  Se debe tomar la cuerda hecha de las palabras poéticas de Vallejo y seguirla ciegamente.  Hay que creer en nuestro castigado Señor Vallejo porque sabemos que la belleza sagrada sale de sus obras.  Sabemos que los ángeles entienden lo indecible y que nos pueden enseñar.

Sin platicar mas, miramos un libro de poesía muy conocido de Vallejo.  Se llama Trilce y se debe saber que cada poema dentro de este poemario no lleva titulo, sino números. El poema que vamos a seguir es el numero VI.  En el poema, vemos muchas características pero para que no se lea tanto, nos vamos a centrar en dos rasgos particulares.  El primer rasgo que miramos es

el modo en que Vallejo juega y manipula  el tiempo.  Vemos verbos conjugados en cada tiempo verbal que juegan con el sentido secuencial  de la humanidad.  Por ejemplo “El traje que vestí mañana” y “Y si supiera si ha de volver; y si supiera que mañana entrara/a entregarme las ropas lavadas, mi aquella lavandera del alma…, Así, vemos que su poesía nos lleva adelante al futuro a la vez que nos hace buscar una historia del pasado que solo podemos encontrar en el presente. Mediante  su poesía vemos el tiempo como lo ven los dioses. Vemos todo a la vez. Cada instante al lado del otro en una vista panorámica de la que no creamos sentido por el hecho que no lo podemos comprender. Somos criaturas secuenciales,  y por eso, solo podemos entrar en un lugar especifico del rio.  No podemos estar en cada parte del rio a la vez que nos expone la idea de que ver todo a la vez, solamente logra confundirnos.

Otra característica,  que es la mas obvia, es como Vallejo construye sus versos.  Muchas veces no parecen tener razón.  Las palabras se combinan en maneras extrañas que ningún ser sencillo podría explicar.  Lo único que podemos esperar hacer es reflexionar sobre que puede significar  el poema.  Así, podemos llegar a un entendimiento básico, pero como estar al fondo de un cuerpo de agua, no sabemos realmente lo que pasa a nuestro lado.  Nos sentimos peces, pero no podemos saber la especie de ellos.  Nos imaginamos, y alii existe la belleza de la poesía de Vallejo.  Nos hace pensar y reflexionar  sobre sus palabras.  De acuerdo con eso esta la siguiente cita de Paz, “…el  poema según siendo uno de los pocos recursos del hombre para ir, mas allá de si mismo, al encuentro  de lo que es profunda y originalmente” (37).  Es decir que las palabras son tan iluminadas que la única cosa que se puede hacer es intentar descifrarlas.   Cuando hagamos eso, bajamos al rio universal para sacar nuestras memorias así que interpretamos las palabras del poema.  AI hacer eso, nos reflexionamos. Sacamos nuestras experiencias  y las dejamos en el aire puro para que las interpretemos.   Es la manera en que podemos “azular y planchar todos los caos” (Vallejo, VI) de nuestra humanidad, o quizá mejor dicho, logra confundirnos a la vez de pacificamos.

En suma, Vallejo nos expone la frontera entre el entendimiento y el sentido puro.  Sus versos angélicos cruzan esa frontera y es por eso que tenemos dificultades de entenderlos.  Sin embargo, esos versos nos hacen reflexionar sobre nuestra humanidad  que nos lleva a las interpretaciones de su obra.  Por ejemplo, una persona herida del coraz6n por un amante podría extraer un sentido de dolor y tristeza de los poemas vallejanos, cuando ala vez, otra persona puede ver una conexi6n humana que la refuerza espiritualmente y le da el coraje de seguir viviendo.  Con eso, volvemos a la primera proposici6n  de esta obra, la poesía no esta arraigada en un solo significado, sino que es lo que creamos cuando consumimos la poesía del poeta; las posibilidades  son innumerables. El ritmo que vemos mediante la poesía de Matos y el lenguaje críptico de Vallejo nos dan las herramientas de llegar a una conclusión  distinta.  Nos liberan de la vida secuencial, y por sus poemas, cruzamos las fronteras  bélicas del idioma.

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