Acevedo vs. Disney “clásico”
Rebecca Steciw (SPAN 4890)
Los cómics clásicos de Walt Disney, como Mickey y Pato Donald, representan la simplicidad y juventud de la vida. Sirven como aspectos de la Cultura Popular estadounidense muy importantes. Desde el principio, la inocencia de estos dibujos animados fueron adaptados para los niños y han experimentado mucho éxito. Pero, en un gran contra-respuesta a esta manera de entretenimiento infantil, encontramos los dibujos animados de Juan Acevedo. Por su ilustración fuerte de la sexualidad de sus personajes y sus referencias a las clases sociales de la sociedad, los cómics de Acevedo representan los arquetipos de la vida diaria en la sociedad latinoamericana de manera muy distinta a como lo hace Disney.
Según el escritor Donald Ault sobre el uso de los cómics, él dice, “In reading comics, the viewer is invited to combine displaced character aspects (metonymically) into subjective unities by taking a part (a visual aspect) for the whole (the character for which it stands), a synecdochic subset of metonymy” (128). Así que, la capacidad de visualizar lo que está pasando en los cómics le ayuda a la audiencia a ser parte de los dibujos y de la historia. Además, muchos de los sentimientos que los personajes están experimentando, se interpretan y se sienten por los lectores. En los cómics de Disney, los personajes principales son inocentes en su manera de vestirse, comunicarse y comportarse. Nunca vimos sus genitales ni se dan la impresión de estar indecente. Aunque, en el cómic de Acevado se llama, “¡Hola, Cuy!” no es raro hacer observaciones así. En un panel en particular encontramos una escena con Cuy, similar a Mickey Mouse, y un perro, probablemente inspirado por Goofy, y el perro está sentado con sus piernas desplegadas y podemos ver su pene descubierto. Claramente, él está muy cómodo con su sexualidad y no le preocupa mostrarlo a todo el mundo. En este caso el perro significa el aspecto sexual de la vida que típicamente se queda como un tema “tabú.” No es aceptable socialmente discutir el tópico del sexo en público, ni referirse en los dibujos animados, especialmente cuando supuestamente deben ser adaptados para los niños. William Foster ofrece su propio análisis del cómic cuando dice, “Disney’s blatantly masculine world could never be interpreted as a subtle and positive portrait of homosexuality no matter how we perceive the social signs of Micky Mouses’s home, or Donald Duck, or a host of other comic strip characters…What is so attractively refreshing in the Peruvian strip is the candor and openness with which sexual and erotic relations are portrayed” (105). Esta cita nos muestra una de las gran diferencias entre las representaciones de Disney y las de Acevedo. Propuesta la cuestión entre lo sutil y lo obvio, y entre el conservatismo y el liberalismo. En este caso, Disney ofrece lo sutil mientras Acevedo dibuja lo obvio.
Otra contra-respuesta al modo de representar sus personajes como distintos a los de Disney es la manera en que Acevedo responde al problema de la desigualdad social. Foster dice, “Acevedo reconfirms how Disney’s comics serve as a countercultural referent that effectively accentuates the authenticity and social pertinent of a comic strip that reflects the important issues facing the Latin American reader” (106). Como lo hace con la sexualidad del Cuy y el perro, también el dibujante describe escenas y escribe diálogos bien llenos con referencias a la jerarquía de América Latina y el Caribe. Los textos del cómic también aluden a la desigualdad entre la clase alta y los pobres del pueblo, que incluye a la gente que son parte de la “marginación” de la sociedad. Otra vez escritor Donald Ault ofrece un comento interesante cuando dice, “comics have the power to draw the reader/viewer into a potentially totalized, alternative world…This process allows both the reader and the character to be constituted as a coherent identity by a synthesis of visually similar elements” (128). La audiencia que experimenta el cómic con Cuy se pone en la sociedad latinoamericana y siente la división obvia de las clases. En su artículo, Foster continua a decir que “Acevedo legitimates his artistic decisions by means of constantly contrasting the validity of ‘our’ experience with the plastic and artificial images that foreign models impose in their place…by deconstructing the so-called innocence of imported cultural products…[his] strip promotes a revisionist reading of current dominant cultural codes” (106). En un modo muy directo y fuerte, Acevedo gana éxito en cogiendo una reacción de su audiencia y les causa a considerar los temas de sus dibujos animados. Al mismo tiempo, también está representando algunos de los arquetipos de la vida diaria en la sociedad en que viven los personajes de sus cómics.
En conclusión, Acevedo usa los temas que típicamente se consideran “tabú,” si seguimos la opinión de Disney. Ejemplos de estos tópicos son la sexualidad de los personajes en sus dibujos animados y referencias a la jerarquía del sistema social. Los cómics de Acevedo ofrecen una alternativa a las imagines y diálogos infantiles y inocentes de Disney y claramente ellos representan los arquetipos de la vida diaria en una manera diferente que como lo hace en los Estados Unidos.
Bibliografía:
Ault, Donald. “”Cutting Up” Again Part II: Lacan on Barks on Lacan.” Ed. Anne Magnussen and Hans-Christian Christiansen. Comics & Culture: Analytical and Theoretical Approaches to Comics. University of Copenhagen: Museum Tusculanum. 123-39. Print.
Foster, David William. From Mafalda to Los Supermachos: Latin American Graphic Humor as Popular Culture. Boulder & London: Lynne Rienner. Print.
Pilcher, Jeffrey M. Que Vivan Los Tomales: Food and the Making of Mexican Identity. New Mexico: University of New Mexico, 1998. Print.
Rowe, William, and Vivian Schelling. Memory and Modernity: Popular Culture in Latin America. London & New York: Vesro. Print.