Códices Antiguos Mayas

2012
08.28

Los Códices Antiguos Mayas

Las siguientes notas, tratan de ser como una historia básica de los libros antiguos de acordeón doblados Mayas, fueron escritos en junio del 2003 para FAMSI, por Randa Marhenke. La extraordinaria familiaridad de Ms. Marhenke con los Códices Mayas es el producto de sus estudios enfocados en los Mayas por más de 20 años.

CONTENIDO:
INTRODUCCIÓN
LOS CÓDICES:
El Códice Dresde
El Códice Grolier
El Códice Madrid
El Códice París

Fragmentos de los cuatro Códices Mayas.

SUMARIO
ESCRITURA DE JEROGLÍFICOS MAYAS
Los Códices Antiguos Mayas

 EL CÓDICE DRESDE

Nos enteramos del Códice de Dresde porque oimos que Johann Christian Götze, Director de la Librería Real en Dresde, obtuvo el códice del propietario privado en Viena en 1739. En 1744, Götze lo dió a la Librería Real, donde todavía reside. (El nombre actual de la libreria es Sächsische Landesbibliothek). Pero no todo ha sido “muy sencillo” para el Dresde; durante el bombardeo de la Segunda Guerra Mundial de Dresde tuvo un daño muy fuerte. Por consiguiente, los facsímiles anteriores a la Segunda Guerra Mundial todavía son muy informativos para los propósitos del estudio. La siguiente lista incluye algunos de las copias y facsímiles más interesantes que han sido producidos:

Imagen del Códice Dresde.

1. En 1810, Alexander von Humboldt publicó “Vues des Cordillères”. Este trabajo incluye las páginas 47, 48, 50, 51, 52 del Dresde a color, muy bonita, aunque no es una interpretación completamente actualizada. He visto copias de este libro a la venta tanto como de $93,000, y tan poco como de $25,000, así es que es un poco costoso, y realmente es una pieza de coleccionista.

2. En 1825 o 1826, un Italiano, Agostino Aglio, hizo un trazado del Códice Dresde para el Señor Kingsborough. Estaba en blanco y negro, pero se usó en “Antiquities of México” del Señor Kingsborough, publicado en 9 volúmenes (los últimos dos póstumamente; Kingsborough murió de tifo en la prisión deuda. La deuda se acumuló en parte por estas publicaciones). El Señor Kingsborough tenía la versión Aglio del Dresde preparada en color para el Volúmen III, en 1830 o 1831. Al parecer estaban coloreados a mano porque las páginas originales con la misma numeración de las copias no son idénticas. (Las Fotografías de Justin Kerr del Kingsborough están disponibles abajo)

3. En 1880, y de nuevo en 1892, Ernst Förstemann publicó el Dresde, en ediciones fotocromolitograficas, con quizás sólo 60 copias producidas en cada edición (Gates, folleto con el “The Dresden Codex”, 1932). Estos han llegado a ser extremadamente raros, y nunca he visto una copia de 1880 o 1892 para la venta. Afortunadamente, la difunta Sra. Linda Schele intentó que su propia copia, un regalo de Floyd Lounsbury, estubiera disponible fácilmente. Ella no sólo le proporcionó una copia a FAMSI del Förstemann Dresde, sino que también a la Prensa Cholsamaj en Guatemala. Cholsamaj publicó versiones del facsímil que todavía podrían estar disponibles contactando: cholsamaj@micro.com.gt. La copia de Förstemann esta disponible abajo.

J. Eric Thompson se apoyó mucho a las fotos del Förstemann al hacer su versión del Dresde (publicado en “A Commentary on the Dresden Codex”, Philadelphia, 1972). Lips y Deckert también hicieron su versión del Códice Dresde usando las ediciones de Förstemann (1962, Berlin). Andreas Fuls ha hecho disponible un CD (por $20 a partir de abril del 2002) de la copia personal de Förstemann, que ahora se aloja en el Instituto Ibero-American de Berlín.

4. En 1959, Ian Graham visitó Dresde e hizo diapositivas del Códice de Dresde (comunicación personal: octubre 17, 1998). De esta colección de diapositivas, he visto sólo una impresión: una impresión parcial muy bonita de la página 49 del Dresde, en un libro titulado: “Vanished Civilizations of the World” (editor: Edward Bacon, Thames y Hudson, McGraw-Hill, 1963).

5. En 1932, William E. Gates publicó un facsímil de la versión del Dresde. Se ve muy bien, está colorida y tiene su propio tipo letra para todos los glifos. No puedo decir que es la versión más exacta, pero es agradable verla. Él dijo que produjo 75 copias (Gates, folleto con “The Dresden Codex”, 1932), pero he notado algunas copias de esta edición sin numerar que han podido ser puestas junto con hojas impresas extras que fueron recogidas por estudiantes más tarde (comunicación personal de marzo o abril 1997 con Jeremiah F. Epstein, quien fué un profesor en el Departamento de Antropología en la Universidad de Texas, Austin).

6. En 1975, el Akademische Druck- u. Verlagsanstalt, de Graz, Austria, imprimió una copia de fotos de color del original que fue dañado durante la Segunda Guerra Mundial, con comentarios por Helmet Deckert y Ferdinand Anders. Es notablemente bueno, y lo peor de las páginas dañadas han sido reproducidas de nuevo del Förstemann en un folleto separado que lo acompaña. Éste junto con la copia de Chiapas (dentro del libro de Thomas A. Lee, Jr., “Los Códices Mayas”, 1985) han sido usados como un apoyo importante por Mayistas desde sus publicaciones.

Debido a que el Dresde estaba en pedazos en años anteriores, Los Europeos más tarde le asignaron números a las páginas, que en estudios del códice más tarde se comprobó que estaban incorrectos. Los números de las páginas se conservaron lo mismo, sin embargo, con el conocimiento de que el orden de las páginas dentro del códice eran problamente 1-24, 46-74 y 25-45.

EL CÓDICE GROLIER

El Códice Grolier fué “descubierto” en México en 1965. La historia de su descubrimiento está bien contada en el libro “Breaking the Maya Code” de Michael Coe (Thames y Hudson, 1992), pero es basta decir que un coleccionista mexicano, el Dr. José Saenz, se permitió ir en un viaje cerca de la Sierra de Chiapas y Tortuguero en un pequeño avión, donde le mostraron fragmentos de este códice junto con otras reliquias. Le dijeron que estos artefactos eran de una cueva cercana. El Dr. Saenz trajo los fragmentos del códice eventualmente, y le permitió a Michael Coe mostrarlo en el Club Grolier en la Ciudad de Nueva York (1971), entonces el Sr. Saenz lo donó al gobierno de México, donde, Michael Coe dice inclinadamente, “está lánguidamente en una cripta de una ciudad de México” en vez de estar en un museo desplegado. Afortunadamente, han sido publicadas fotografías completas del Códice Grolier; la siguiente lista son las publicaciones conocidas:

 

Imagen del Códice Grolier.

 

1. “The Maya Scribe and His World”, por Michael Coe, New York: The Grolier Club, 1973. (Impresiones de fotos de color derechos reservados de Justin Kerr).

2. “Los Códices Mayas”, introducción y bibliografía por Thomas A. Lee, Jr., Tuxtla Gutiérrez, Chiapas, México, 1985. Este trabajo fué terminado bajo los auspicios de la Universidad Autónoma de Chiapas. (Incluye impresiones de las fotos en color derechos reservados de Justin Kerr).

3. El National Geographic Society imprimió (en un formato pequeño) fotos a color de Enrico Ferorelli dos veces: una en un artículo por John B. Carlson en la revista National Geographic de marzo 1990, y más tarde en el volumen “Lost Kingdoms of the Maya”, 1993 de Gene S. y George E. Stuart.

4. Arqueología Mexicana, no. 55 (2002), incluye fotos en color de Ramón Viñas en un artículo escrtio por Claude Baudez.

5. El sitio web de FAMSI proporciona acceso a las fotografías de color del Grolier de Justin Kerr.

ESCRITURA DE JEROGLÍFICOS MAYAS
Los Códices Antiguos Mayas

EL CÓDICE MADRID

El Códice Madrid estuvo dividido en dos partes desde muy temprano en su historia europea, y así viajó a través de caminos diferentes en Europa hasta 1880, cuando el francés Léon de Rosny dedujo que las dos partes eran un solo códice, ahora comunmente llamado el “Madrid”, o el “Tro-Cortesianus”. Las dos partes han sido llamadas el “Troano” (nombrado por el primer dueño, Don Juan Tro y Ortolano, un profesor de paleografía Española) y el “Cortesanius”. El Troano comprende páginas 22-56, 78-112 y el Cortesianus páginas 1-21, 57-77 del Madrid. Como las páginas 77 y 78 estaban al revés dentro del códice por alguna razón, se pensaría que la página 78 estaría antes que la 77. Ambas partes se unieron en 1888, y el Códice Madrid está ahora en el Museo de América, en Madrid, España. Incluye copias y facsímiles pertinentes:

 

Imagen del Códice Madrid.

1. Brasseur de Bourbourg, “Manuscrit Troano”, Imprimerie Impériale, París, 1869-1870. Esta incluída su versión cromolitográfica del Troano en este trabajo. Una versión muy fina, hecha con cuidado esmerado.

2. Léon de Rosny, “Codex Cortesianus”, Libraires de la Société d’Ethnographie, París, 1883. Fotos muy buenas en blanco y negro; 85 copias impresas.

EL CÓDICE DE PARÍS

El Códice de París fué adquirido por la Bibliothèque Impériale (más tarde la Bibliothèque Nationale) de París en 1832. Su primera réplica fué como un dibujo Aglio hecho por Lord Kingsborough en 1835. Éste ahora está perdido, pero una copia, con algunas páginas coloridas, están preservadas sobre las hojas a prueba del Volumen X de “Antiquities of México” de Kingsborough nunca publicado, ahora alojado en la Libreria Newberry de Chicago. Aunque el Códice de París fué mencionado ocasionalmente durante los 24 años siguientes, realmente no hizo su “debut” hasta 1859 cuando Léon de Rosny dijo que lo había descubierto en la esquina de una chiminea polvorienta de la Biblioteca Nacional de París. Aunque algunas veces se ha referido como el “Pérez Codex” y el “Maya-Tzental Codex” los nombres preferidos son “Paris Codex” y “Codex Peresianus”:

Imagen del Códice de París.

 

1. En 1864, S. E. M. Duruy, Ministro de l’Instruction Publique y Président de la Commission Scientifique du Mexique, publicó (en París) las fotos en blanco y negro del Códice de París (en ese tiempo fue descrito como un Manuscrit dit Mexicain No. 2 de la Bibliothèque Impériale) impreso (en París). Se imprimieron pocas copias de esta edición (probablemente entre 10 a 50) ahora son demasiadas raras realmente. Sin embargo, copias de estas fotos aparecen con la versión de Gates 1909, y con la copia de Graz 1968 del París. Esto recopila los records de fotografías más tempranos que tenemos del París.

2. Léon de Rosny, imprimió una versión cromolitográfica (de 45 o 85 copias) del Códice París en 1887. Como esa es la versión que Graz usó en la publicación de la copia en 1968 (con una introducción y un sumario por F. Anders), esta versión de este códice ha llegado a ser uno de las más usadas (por lo menos indirectamente). La versión Graz en turno se usó como la base para la versión de Chiapas (Thomas A. Lee, Jr., “Los Códices Mayas”, 1985).

Las versiones a color de los códices no son solamente agradable mirarlas, sino que también son importantes en el entendimiento acerca del Maya a través de su arte, y sus cálculos matemáticos. Note que los números rojos y los negros generalmente tienen diferentes significados: los rojos dan las fechas y los negros dan diferencias entre las fechas. Casi todos los ceros son escritos en rojo.

Desafortunadamente, el litógrafo dió un toque en la versión del códice de Rosny 1887, asi es que la exactitud de esta edición (y por lo tanto también la de Graz más tarde y las ediciones de Chiapas) han sido comprometidas. Esto es muy triste, porque esta es la única versión a color impresa de este códice frágil, con la excepción de la versión estilizada de Gates. El códice mismo está ahora guardado en la Sección Fonds Mexicain No. 386, en una caja de madera sellada, con una cubierta de vidrio que sólo permite ver dos de sus páginas. Al parecer la Biblioteca no tiene ninguna intención de permitir abrir la caja, por miedo que el frágil códice se dañe. Afortunadamente, la explicación que viene con la edición del Graz menciona algunas de las diferencias que han sido encontradas entre la versión de color del Rosny y la versión fotográfica.

3. En 1888, Rosny preparó una segunda impresión del París. Esta vez fué de fotografías en blanco y negro, y se emitieron 100 copias. Estas tienen una reputación excelente; yo no las he visto.

4. En 1909, William E. Gates publicó 57 copias de su versión facsímil del Códice de París. Como la versión del Dresde, El Códice de París es muy agradable mirarlo, y usa su propio estilo de letra. Él lo ha reconstruido un poco, ej., algunos números y otros glifos son puestos aunque fueron destruidos por 1909. (En mi opinión Gates ha conseguido a través de los años una reputación mala. Dudo que él fuera agradable con la gente, y esto pudo haber afectado nuestra opinión de él). Obviamente, si él creó su propio estilo de letra para los glifos, e incluso sí sólo raramente reconstruyó algunas porciones (sin marcas o lineas de puntos), se esperaban que ocurieran inexactitudes. Asi es que, su estilo especial de las versiones no pueden verse sin verificar sus fotografías primero, lo cual, yo podría agregar, al menos él incluyó con el París. Su copia de la figura de la esquina de arriba de la derecha de la página 3 está mejor que las ediciones de Rosny 1887 (y por consiguiente el Graz más tarde y el de Chiapas) donde la mayoría de las figuras no están (aunque están presentes en fotografías).

5. Theodore A. Willard publicó en 1933 una copia de fotografías en blanco y negro en el “The Codex Perez: An ancient Mayan hieroglyphic book” (Arthur H. Clarke, Glendale, California). Ésta es la versión que se usó en el “Códice Peresiano” de Luis Azcue y Mancera (Editorial Orion, México, D. F. 1967). La versión Willard (y por consiguiente la de Azcue también) se aumentó, para que apareciera como una linea blanca y negra dibujada. Algunas reconstrucciones, con lineas de puntos, y algunos toques están incluidos. En el toque, por lo menos hay un error: por ejemplo en la orientación en la página 24 (lo que hubo originalmente) del verde o el azul “12”.

6. Ninguna discusión del Códice París está completa sin mencionar el trabajo de Bruce Love, “The Paris Codex: Handbook for a Maya Priest” (Prensa de la Universidad de Texas, Austin, 1994). En él hay excelentes fotografías en blanco y negro del Códice París. (Sorprendentemente una está estropeada: la sección del medio de la página 24, alrededor de la región de [3] K’an está imperfecta). Algunas de estas fotografías son de la Bibliothèque Nationale ektachromes. No tengo una fecha exacta para estas ektachromes, pero como los ektachromes no fueron producidas hasta 1942 o más tarde, las ektachromes de la Bibliothèque Nationale no pudieron haber sido hechas antes, y problamente no fueron hechas antes de 1950 o asi. Sin embargo, estas fotos del París en blanco y negro han llegado a ser problamente las copias de más uso, especialmente para los que estudian sus glifos.

7. Un trabajo del París en progreso aparace en el sitio web de James B. Porter, ahora 2003 en http://mayaglyphs.net/paris/paris.html. Aqui él dibujó una reproducción, usando las ediciones del Graz 1968 y la edición Gates con fotografías como guías. Porter ha intentado una reconstrucción extensa (mostrada con lineas marcadas), lo cual, con la copia de Gates, hace creer que algunos documentos han sido publicados acerca del París, especialmente cuando estos documentos han diferenciado en asumsiones sobre las porciones perdidas de las páginas. Esto me hace pensar que es una buena contribución a nuestro estudio del Maya antiguo.

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