Contar cuentos

¿CÓMO SE CUENTA UN CUENTO?- Carlos Castillo Q.

ESTRUCTURA BÁSICA DE UN CUENTO

Un cuento es una composición literaria breve, pensada para ser leída de una sola vez, que se estructura básicamente mediante un esquema que se resume en: Introducción, Desarrollo y Desenlace. Los principios esenciales del arte de escribir cuentos, son:

3.1 Tema e Idea
El tema es de lo que trata el cuento. La capacidad para ubicar el tema para un cuento, es parte esencial del oficio del escritor. El tema debe ser universal para lo cual debe tratar sobre aspectos que toquen la esencia de la vida humana, puesto que humanos serán quienes vayan a leer ese cuento. Si bien el tema puede ser local o personal, debe tener un valor intrínseco que lo universalice. Los grandes temas de la Literatura han sido el amor, la muerte, el heroísmo, los celos, la traición, la venganza. García Márquez los resume en los dos primeros: el amor y la muerte.

Un tema puede ser tratado desde diferentes Ideas. Por ejemplo puede hablarse de la muerte narrando una hecatombe nuclear, o desde la relación de la enfermedad y muerte de una mascota. La idea escogida por el autor para tratar un tema tiene que ver con la intensión que persiga: denuncia social, romanticismo, drama… etc.

3.2 Anécdota base y Argumento
La habilidad del cuentista inicia al escoger el hecho o la anécdota base que pueda ser tema para un cuento. La anécdota en sí misma no sirve. Un hombre sale de su casa y se dirige al trabajo es, por ejemplo, una anécdota o un hecho base que no presenta muchas posibilidades. Si este hombre en ese breve y habitual trecho de su vida cotidiana perdiera la memoria, la anécdota base se convierte en un tema: la identidad.

La anécdota base se convierte entonces en Argumento y su desarrollo permite que tome forma el tema y la idea inicial. Escoger argumentos rebuscados o provenientes del fantasear sin imaginación, conduce a la escritura de cuentos que no le dicen nada al lector, que le son completamente ajenos, que son solamente ejercicios del lenguaje pero no “tocan” a quien los lee.

Si bien un cuento se debe centrar en narrar un hecho, en su desarrollo argumental es necesario que se construya una historia secreta con lo no-dicho, con lo que se alude, tal y como lo expone Ernest Hemingway en su teoría del iceberg: el cuentista excelente apenas deja ver la punta de la montaña que subyace en lo más recóndito del cuento que narra. Casa tomada, el cuento de Julio Cortázar, es un buen ejemplo de esta teoría.

3.3 La Trama
Trama, en el sentido de urdimbre, es en un cuento el cruce de hechos y personajes en una línea de tiempo. Un personaje encarna una acción y la realiza en un tiempo y un espacio determinados. Con esto y con el accionar de los demás personajes se teje la trama. El cuentista debe desarrollar la trama de su cuento de manera natural, proporcionando al lector la información necesaria para comprender la historia que se le está contando.

Una forma clásica de la trama es: un personaje quiere algo (se crea una necesidad), lo persigue a pesar de los posibles obstáculos (se genera tensión) y al final consigue su propósito o fracasa (se da un desenlace).

3.4 Los Personajes
Los personajes son quienes encarnan la acción. Pueden ser personas, animales, cosas e incluso ideas o abstracciones. En Pinocho, la novela de Carlo Collodi, el personaje es un muñeco de madera; en La metamorfosis, de Franz Kafka, es un hombre convertido en insecto; en Pedro Páramo, de Juan Rulfo, los personajes son voces de gente muerta; o en Carta a una señorita en París, el cuento de Julio Cortázar, el personaje es un hombre que vomita conejitos.

Se aconseja al cuentista que comienza que se ejercite en el arte de convertir personas reales en personajes. Es mejor caracterizar un personaje que se está viendo en la realidad, que se conoce, que uno imaginario.

Construidos los personajes, el cuentista habrá de convertirse en señor de sus criaturas. Habrá de gobernarlas y conducirlas a que hagan lo que él espera que hagan, ya que el cuento no permite disgresiones. En la medida en que la voluntad del cuentista predomine sobre sus personajes la historia que narra tomará ritmo, tensión e intensidad.

3.5 El Narrador
El narrador es quien cuenta el cuento. No debe confundirse con el autor que es la persona real que crea la historia. El narrador es un ente de la ficción que se encarga de contar la historia. Este aspecto es quizá el más importante para un cuentista. Elegir el narrador correcto puede salvar un tema, una idea, un argumento o una trama poco interesantes, y viceversa: elegir al narrador inadecuado “mata” la mejor historia que haya concebido un autor.

3.5.1. Persona gramatical: un cuento puede ser narrado en tercera persona, en cuyo caso se habla de un narrador omnisciente (Ej. El niño se baña en la piscina). En segunda persona (Ej. Te bañas en la piscina). O en primera persona (Ej. Me baño en la piscina). El narrador en primera persona es simultáneamente personaje, no así los contados en segunda y tercera persona gramatical.

3.5.2. El Ancla: se llama ancla al momento escogido para contar los hechos. Un mismo acontecimiento, aun cuando lo refiera el mismo narrador, tendrá matices diferentes si es narrado cuando sucede, antes de suceder, o tiempo después de sucedido. Según en donde se ponga el ancla el cuento será uno u otro.

3.5.3. El Punto de vista: se refiere a la perspectiva desde donde habla el narrador. De allí se desprende la posición ideológica, religiosa, social, política… etc., del autor.

TALLER 4. Narrar una historia en las tres personas gramaticales, posteriormente compararlas y decidir cuál de ellas se acomoda mejor a lo que desea el autor.

3.6. El Cronotopo (Tiempo y Espacio narrativo)
De preferencia el tiempo en el cuento debe ser corto y concentrado, ya que corresponde al hecho narrado y debe limitarse a seguir las principales líneas de la acción.

El tiempo también relaciona la época en la cual suceden los hechos. ¿Es el tiempo presente? ¿El futuro? ¿El pasado? Así mismo hace referencia al tiempo atmosférico: ¿Es de día, de noche, llueve, hace sol…?

El espacio narrativo es el lugar en donde se desarrollan las acciones. ¿Es un espacio rural o urbano? ¿Es un espacio abierto, un parque por ejemplo? ¿O es un espacio cerrado, el cuarto de un hotel por ejemplo? ¿Los hechos están sucediendo en el fondo del mar, en la Luna, en el Infierno, en el Cielo…?

TALLER 5. Tomar un cuento clásico (Caperucita roja, La bella durmiente…etc) y reescribirlo cambiándole el tiempo y/o el espacio narrativo. ¿Cómo sería el cuento de Caperucita en el Siglo XXI? ¿Qué pasa si la Bella Durmiente se despierta en el año 3000 en el planeta Marte?

3.7. La Atmósfera (Tono y Ritmo)
Edgar Allan Poe, uno de los padres del cuento clásico, debe mucho de su arte genial a su capacidad para crear atmósferas. La atmósfera del cuento es lo que lleva al lector a sentir miedo, tensión, hilaridad o desagrado, entre otras múltiples sensaciones que dependen de las intenciones del autor.

El narrador es quien le da el tono al cuento. Si se expresa irónicamente no será lo mismo que si lo hace con bondad, o viceversa. El narrador a través del tono que utiliza transmite al lector una u otra sensación y caracterizará en forma diferente a los personajes. Así, puede decirse que el tono es, en resumen, la actitud emocional que el narrador mantiene hacia el argumento y hacia los protagonistas, modificando la historia según lo que pretenda el autor.

El ritmo tiene que ver con la forma en que el autor plantea el desarrollo de las acciones. El cuento debe comenzar interesando al lector. En un buen cuento la primera frase determina el ritmo y la tensión de toda la narración. El ritmo permite que el lector vaya de principio al final del texto sin perder interés. Horacio Quiroga, cuentista genial, decía que un cuento debe ser como una flecha disparada hacia un blanco. Cortázar lo definió como el golpe definitivo y fulminante que un boxeador da a su contrincante. Estas definiciones se fundamentan, entre otras cosas, en el ritmo e intensidad que debe tener un cuento.
¿CÓMO SE CUENTA UN CUENTO?- Carlos Castillo Q.
3.8. El Estilo
Un artista, en general, lo es porque ha logrado un estilo que permite que lo diferencien de los demás. Así mismo un escritor. El realismo mágico de García Márquez, por ejemplo, es reconocible aun cuando no lo escriba él.

Estilo es el modo particular de hacer algo, para el caso, el modo de escribir que caracteriza a un autor, su sello personal, su marca. Ese debe ser el objetivo del cuentista que comienza: alejarse de las imitaciones y del plagio, y buscar su propia voz, aquella que lo distinga y lo legitime entre la multitud de sus pares.

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